Una apuesta por la conservación de los ecosistemas en el río Cravo Sur
Una apuesta por la conservación de los ecosistemas en el río Cravo Sur
“A través de la naturaleza, de los bosques, es que podemos existir, es donde hay vida”. De esta manera resume Federico Cepeda su experiencia como beneficiario de los Acuerdos de Conservación Voluntarios -ACV, iniciativa que se viene desarrollando en el área desde el 2016 en alianza con ABC Colombia Somos Territorio, con la participación de 42 familias del sector rural de Yopal.
En julio pasado se presentaron los resultados de los 29 acuerdos (ACV) desarrollados en 12 veredas de los corregimientos Mata de Limón y El Morro, bajo el lema “Somos Bosque”; mediante los cuales fueron protegidas 1.270 hectáreas de bosques y los
cuerpos hídricos del Piedemonte llanero, como las quebradas Aguazula, Aguablanca, Jarama, La Guamalera, Cabuyara y Topocha.
Los acuerdos incluyen una serie de acciones encaminadas a la conservación y restauración de ecosistemas estratégicos, en respuesta a las obligaciones ambientales de Ecopetrol en Casanare, específicamente en la zona de influencia de los campos Floreña y Pauto. Esta iniciativa parte de la relación entre las personas y el bosque y ha buscado empoderar a las comunidades, haciéndolas partícipes de la conservación de sus ecosistemas.
Un corazón verde
Un elemento clave de este proceso ha sido la educación ambiental a las familias involucradas, pero sobre todo su voluntad y compromiso en la participación de los talleres de formación y fortalecimiento del liderazgo ambiental, en temas como la importancia del cuidado y protección de la biodiversidad, los servicios ecosistémicos, las buenas prácticas ambientales y la producción sostenible, entre otros.
“En los talleres ambientales hemos aprendido mucho sobre alimentación y silvo pastoreo de los animales. Nos han formado mucho sobre la cultura por preservar el medio ambiente, y hemos canalizado ese aprendizaje y enseñanzas en nuestras comunidades”, señala Carmen Martínez, beneficiaria de los ACV.
Tesoro de fauna y flora
La implementación de los ACV también ha sido la oportunidad para estudiar a profundidad la flora y la fauna de la zona. Es así como se ha logrado documentar la presencia de diversas especies, que los mismos habitantes de la zona desconocían.
“Encontramos, por ejemplo, el mono araña (Ateles belzebuth) o zambo, como lo llaman los campesinos, una especie de primate amenazada, además de otras especies que han sido reportadas al Sistema de Biodiversidad de Colombia”, sostiene Andrea Barrera, directora de ABC Colombia.
El seguimiento a estos inventarios brindará información clave sobre el impacto que los bosques tienen en la biodiversidad del Piedemonte llanero.
Para Luz Andrea Campos, Jefe del Departamento Ambiental Piedemonte, los efectos de estos Acuerdos de Conservación Voluntarios son múltiples, entre los que se destacan “la conservación de áreas de bosques, la protección de sus nacimientos de agua, la generación de corredores de conectividad para esta fauna y flora, que ha sido infinita (…) pero desde el punto de vista social, trabajar con las comunidades ha sido la clave principal; es imposible el éxito de este proyecto sin su participación y voluntad”.
